Descubriendo mis disfraces y aprendiendo quién soy yo

El Dr. Milton Erickson, padre de la hipnosis moderna, tenía una singular habilidad para hacer que sus consultantes entraran de manera sutil y natural a un Estado Amplificado de Conciencia (trance). La destreza que tenía para hablar y confundir con facilidad a la mente consciente y conectar con la inconsciente era extraordinaria. Sus intervenciones eran mágicas y sus resultados sorprendentes; esto nos ha llevado a muchos seguidores a inspirarnos en su trabajo.

Él regularmente no hacía preguntas a sus consultantes, simplemente intuía sus necesidades y desarrollaba temas que encajaban perfectamente bien en la estructura psicológica del problema. Dichos temas son denominados  “Universales” porque son afines a todos nosotros; él decía que aunque cada persona es única, todos por el hecho de ser humanos y compartir las mismas experiencias básicas, somos muy parecidos en el  fondo, y por supuesto, los que crecimos en la misma sociedad y cultura, somos todavía más parecidos.

El Dr. Erickson aseguraba en sus conferencias, seminarios, talleres y numerosos escritos, que el ser humano tiene todos los recursos para ser exitoso en la vida, sin embargo se preguntaba por qué muchas veces no lo es, y llegó a la conclusión que se debía a la configuración de una identidad equivocada de sí mismo.

La Dra. Teresa Robles, seguidora de todo su legado, retomó esas conclusiones, y en uno de sus libros titulado “Manual del Grupo de Crecimiento” afirma que el ser humano aprende a sentirse y comportarse con forme le dicen los adultos. Afirmaciones como: ¡Eres un problema; eres malo; feo; gordo! etc., quedan pautadas en la mente inconsciente; porque de tanto ser escuchadas, se termina creyendo que es verdad.

Estos estigmas, son embestiduras que la doctora llamó  “Disfraces” porque cubren nuestra esencia, nuestro verdadero Ser.

Cada disfraz, tiene su propio “Libreto” que dice cómo comportarse, pero también cómo sentirse.

Cuántas veces hemos escuchado decir de un bebé al nacer ¡Es igualito al papá; a la mamá; al abuelo! etc. y si con el paso del tiempo lo sigue escuchando, se terminará introyectando a su mente, la identidad de esa persona.

La Dra. comenta que así como hay disfraces negativos, hay positivos, pero que también pesan demasiado, por ejemplo: Eres el hijo más inteligente; el más bueno. ¡Todos los disfraces terminan Esclavizandonos!

Algo que suele suceder, es que muchas veces tenemos puestos varios disfraces, uno sobre otro, y otro, y otro, de tal forma que terminamos siendo todos ellos y no nosotros.

La mayoría de los “Disfraces” se adquieren en la niñez, pero también es cierto que hay quienes se confeccionan los suyos: ¡Soy tonto; torpe; fracasado!

Algo que no se puede dejar de mencionar, es que socialmente hay disfraces que surgen de creencias populares y que muchos traen puestos, ejemplo: el hombre es macho; la mujer es débil, etc.

Cualquier “Disfraz” es un patrón, una creencia, que podemos eliminar en el momento en que así lo decidamos. La capacidad de imaginar, es un recurso poderosísimo, podemos transformar, eliminar o cambiar lo que haya en nuestro mundo interno. Recordemos que para nuestro cerebro lo que imaginamos es real.

Dentro del apoyo profesional hay muchas técnicas eficaces, la Hipnosis Ericksoniana es una de ellas, debido a que se logra una reestructuración en las redes neuronales con mayor facilidad.

Recuerda: “NO ERES LO QUE LOS DEMÁS PIENSAN DE TI, SINO LO QUE TU DECIDAS SER”

Milton Erickson padre de la Hipnosis Moderna utilizaba en los procesos de Psicoterapia temas Universales, decía que aunque cada persona es única, todos por el hecho de ser humanos y compartir las mismas experiencias básicas somos muy parecidos en el fondo, y por supuesto, los que crecimos en la misma sociedad y cultura, somos todavía más parecidos.

Dentro de estos temas podemos hablar de los estigmas que recibimos desde muy temprana edad, incluso desde el momento de nacer, éstos de acuerdo a la Dra. Teresa Robles son una especie de disfraces que cargamos  puestos, porque de tanto escucharlos, terminamos creyendo que lo somos.

A cada disfraz corresponde un libreto que dice cómo comportarnos, de esta forma nos ubicamos en el “Deber Ser” dejando a un lado el “Ser”,  Todo esto por supuesto lo adquirimos de manera inconsciente.

Cuántas veces hemos escuchado decir de un bebé al nacer  ¡Es igualito a su papá!, (mamá, tío, etc.) y si con el  paso del tiempo se siguen dando estas expresiones, él  terminará creyéndolo.

Otros estigmas o disfraces pueden ser: Eres la o el hijo malo, el inquieto, insoportable, el  tonto, gordo, feo, el enfermo, etc.  Incluso hay algunos que son positivos, pero pesan demasiado, tales como: Eres el hijo más inteligente, más aplicado, el más bueno, callado, etc. independientemente de cuáles tengamos, esclavizan, no nos dejan ver quiénes somos en verdad; algo que sucede es que muchas veces tenemos un disfraz sobre otro, y otro.

Socialmente se dan disfraces que marcan demasiado, como por ejemplo: los hombres no lloran, son fuertes, las mujeres son débiles, deben obedecer y ser calladas, etc.  Todos los disfraces limitan nuestro crecimiento, nuestro bienestar, nuestra evolución. Sin embargo lo mejor es que podemos desprendernos de ellos y ser nosotros mismos, con todas nuestras cualidades, virtudes y por qué no decirlo, con nuestros supuestos defectos. Somos humanos y somos perfectibles.

Cómo eliminar o transformar los disfraces?  Es a través de un trance, en este Estado Amplificado de Conciencia los cambios son más fáciles porque hay una reestructuración en lo más profundo de la mente, hay cambios en nuestras redes neuronales.

Mediante la hipnosis Ericksoniana basada en la Sabiduría Universal se dan transformaciones que son cómodas, a través de ella evitamos en lo posible el sufrimiento, porque nos basamos en un principio de la mente inconsciente, el del Placer.

Severo Martínez Aroche

Deje un comentario